Cada Jugada
El Voley es mi Pasión
En el año 2024, Sara Barbosa cumplió uno de los grandes sueños de cualquier deportista, representar a Colombia. Como integrante de la Selección Colombia U-19, participó en el torneo internacional disputado en Brasil, destacándose no solo por su nivel técnico, sino por su carácter, actitud y madurez deportiva. En cada punto jugado, dejó en alto el nombre del país con humildad, entrega y talento. Para quienes la conocen, su llamado a la Selección fue una consecuencia natural de su trayectoria, pues Sara es sinónimo de compromiso, responsabilidad y amor por el deporte. Su experiencia internacional le ha permitido crecer no solo como jugadora, sino como ser humano, inspirando a otras jóvenes a soñar en grande y luchar por representar la camiseta tricolor.
A sus tan solo 17 años, Sara Barbosa ha demostrado un compromiso excepcional con el deporte que ama: el voleibol. Desde sus primeros pasos en las categorías menores, su disciplina, entrega y constancia la convirtieron rápidamente en un referente dentro de la Liga de Voleibol de Cundinamarca, representándola con orgullo en las categorías Menores, Juvenil y Mayores. Su liderazgo en la cancha, su capacidad de trabajo en equipo y su ética deportiva han sido claves para su crecimiento y para el reconocimiento que hoy tiene a nivel regional. Sara no solo juega voleibol, vive y respira este deporte con pasión y respeto, contagiando a quienes la rodean con su ejemplo y determinación.
Hoy, además de ser una jugadora destacada, Sara Barbosa ha asumido con responsabilidad y vocación el hermoso reto de formar a las nuevas generaciones del voleibol en el Club Voley Master. Actualmente entrena a las categorías Mini y Benjamín, donde niñas pequeñas dan sus primeros pasos en el deporte. Su dulzura, empatía y energía positiva, unidas a su experiencia en el más alto nivel, hacen de ella una entrenadora cercana, respetada y admirada por sus alumnas. Con una metodología clara, divertida y formativa, Sara siembra en cada sesión los valores del deporte: respeto, compañerismo, esfuerzo y pasión. Para muchas niñas, ella no es solo una entrenadora, es una inspiración. Estar bajo su guía es aprender voleibol desde el amor, la alegría y el ejemplo
